miércoles, 9 de abril de 2008

Estas muy triste?.. Cuidate.


¿Cuándo se convierte la tristeza en un problema?
Cuando la tristeza dura mucho tiempo, es demasiado intensa e impide que una persona disfrute de las cosas buenas de la vida, se denomina depresión.
He aquí algunos de los síntomas de la depresión:
sensación de vacío e incapacidad para ilusionarse con nada
sensación de desamparo y desesperación (ausencia de esperanzas)
sentimiento de culpa y de desvaloración
sensación de estar solo en el mundo y de que nadie te quiere
estar irritable y enfadarse fácilmente (cualquier cosa te saca de quicio)
incapacidad para disfrutar de las cosas
problemas de concentración en clase o a la hora de hacer los deberes, y/o empezar a sacar peores notas en el colegio
problemas para concentrarse en la lectura o en lo que se ve por televisión o no acordarse de qué trataba lo que se ha leído o lo que se ha visto por televisión
falta de energía y sensación de estar siempre cansado
dormir demasiado o demasiado poco
no comer lo suficiente y perder peso o comer demasiado y ganar peso
pensar en la muerte o en el suicidio
pasar menos tiempo con los amigos y más tiempo solo
llorar mucho, a veces sin motivo aparente
estar inquieto (dificultad para relajarse o estarse quieto)
tener ciertas sensaciones corporales, como frecuentes dolores de estómago, dolor de cabeza u opresión de pecho
Hay niños que están deprimidos y no lo saben. Frecuentemente, son sus padres o profesores quienes identifican los cambios de comportamiento incluidos en la lista que acabas de leer. La depresión se da más en unas familias que en otras. Si un niño tiene un padre depresivo, tendrá más probabilidades de deprimirse.
Algunos niños tienen depresión que fue desencadenado por alguno de los siguientes sucesos: pérdida de un ser muy querido, como un padre; problemas familiares de larga duración, incluyendo la violencia doméstica, una enfermedad, un divorcio, el alcoholismo o la drogadicción; malos tratos infantiles o desatención; una violación; y enfermedades de larga duración, quemaduras, enfermedades de larga duraciones, o accidentes. Pero a veces los niños se deprimen sin motivo aparente.
Pedir ayuda
Todo el mundo, se trate de un niño, un adolescente o un adulto, se puede deprimir. Es muy importante que una persona deprimida, independientemente de la edad que tenga, pida ayuda. Si lo hace, tardará menos en encontrarse mejor. A veces el tratamiento sólo implica hablar con alguien que lo sabe todo sobre la depresión. A veces la medicación puede ayudar a curar la depresión, y otras veces se necesitan ambas cosas.
Si crees que puedes estar deprimido o simplemente no hay forma de quitarte la tristeza de encima, es importante que hables con un adulto sobre ello: uno de tus padres, otro familiar, un médico, un profesor, el psicólogo escolar, tu entrenador u otro adulto de confianza. Esa persona podrá ayudarte a buscar un tratamiento adecuado. Muchas poblaciones disponen de números de teléfono gratuitos, a los que la gente puede llamar las 24 horas del día si tiene problemas psicológicos o está pensando en el suicidio; estos números se encuentran en el listín telefónico. Recuerda que siempre habrá alguien que estará dispuesto a escucharte cuando estés triste o deprimido -alguien que te podrá ayudar.

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