
En la vida nosotros todos tenemos esos períodos en que las hojas se caen y nos quedamos desnudos... algunos por haber perdido un amor o un ser querido, bien sea por la separación definitiva de la muerte, o la separación terrenal de los divorcios o alejamientos...
Ese período desnudo puede ser causado por una etapa de mucha necesidad económica... o tal vez de una enfermedad, un accidente... o de pérdida de valores, status, una prisión u hospitalización... Sin embargo, siempre hay que tomar el ejemplo en la naturaleza y vivir armoniosamente con ella, y de la misma manera que un árbol desnudo después va a reverdecer asimismo tenemos que pensar que en esos períodos de desnudez ya bien sea espiritual, económica, sentimental o de cualquier otro tipo después vendrán nuevamente las hojas, las flores y los frutos... y el árbol habrá aprendido su lección y ya no estará triste cuando pierda las hojas.
1 comentario:
Es una reflexión interesante. Creo que la comparación metafórica del hombre con el árbol está muy bien.
Y sí, todos atravesamos otoños. Algunos más prolongados que otros, algunas personas con más otoños que primaveras. Sin embargo, lo importante es albergar el deseo, la esperanza de que pronto volverá a florecer en nuestro interior toda esa vida que reflejan las hojas y los frutos.
Saludos,
Pablo
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