lunes, 16 de noviembre de 2009

Una gota más

Por más diminuta que parezca, cada gota de conciencia, que se suma, expande y eleva la vibración planetaria.
Unas tras otras, las gotas van cayendo.
Nada parece transformarse.
El goteo es casi imperceptible.
El cansancio y la desolación dicen presente.
El paisaje desértico de esperanzas crea la falsa ilusión de que nada va a cambiar.
El vacío interior se agiganta.
Las gotas siguen cayendo, expanden su vibración.
La mente sostiene que todo está perdido.
El corazón no se deja engañar, escucha cómo las gotas continúan brotando y ríe de felicidad.
Su sabiduría le anuncia que el río está emergiendo.
Libera tus compuertas.
Ayuda a que el agua corra.
Suma para que el río de la conciencia espiritual irrumpa en todo su esplendor.

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