viernes, 27 de agosto de 2010

Nadie envejece por haber vivido un número determinado de años.
Sólo se envejece cuando se abandonan los ideales.
Los años arrugan la piel, pero sólo el abandono del entusiasmo arruga el alma.
Uno es tan joven como su fé.
Tan viejo como su duda.
Tan joven como la confianza en si mismo,
Tan viejo como su temor.
Tan joven como su esperanza,
Tan viejo como su desesperación.

Frank Crane

No hay comentarios.: