viernes, 4 de septiembre de 2009

El amor nos transforma en seres superiores.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.
El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.
El amor nos transforma en seres superiores, nos despierta nuestra capacidad de asombro, nos da la sensibilidad de la contemplación, nos impulsa a niveles infinitos, nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible y nos impulsa a alcanzar lo imposible.
El amor nos da la fuerza:
Para respetar a los seres que amamos.
Para sonreír a pesar de las adversidades.
De la humildad para pedir perdón.
La grandeza de la comprensión.
La nobleza de perdonar.
Para manifestar nuestras emociones.
Para alcanzar estrellas.
Para convertir nuestros sueños en realidades.
Entregar nuestra vida por un ideal.

1 comentario:

Julian Di Nicola dijo...

Tuo sei l'angelo che ah redento la mia anima del ma scendo dagli inferni

Per quel motivo ti apprezzo tanto