martes, 29 de julio de 2008

"Amar puede dolernos, pero vale la pena el intento"

Duele amar a alguien y no ser correspondido, pero lo más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes. Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo. Una de las cosas más tristes de la vida, es cuando conoces a alguien que significa todo y solo para darte cuenta que al final no es para ti y lo tienes que dejar ir.
Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te amarán recíprocamente, pero no esperes que te amen con reciprocidad; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo. Hay cosas que te encantaría oír, que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo/a para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón. Nunca digas adiós, si todavía quieres seguir tratándola. Nunca te des por vencido/a si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado; a aquel que aún cree, aunque haya sido traicionado; a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo. El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratar de convertirlos con nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos. No vayas por el exterior, éste te puede engañar. No vayas por las riquezas, porque aún eso se pierde. Ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan solo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille. Espero que encuentres a aquella persona que te haga sonreír. Hay momentos en los que extrañas a alguien tanto que quieres sacarlo de tus sueños y abrazarlo con todas tus fuerzas. Espero que sueñes con ese alguien especial. Sueña lo que quieras soñar. Ve a donde quieras ir. Sé lo que quieras ser. Porque tienes tan sólo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer. Espero que tengas: Suficiente felicidad para hacerte dulce. Suficientes pruebas para hacerte fuerte. Suficiente dolor para mantenerte humano. Suficiente esperanza para ser feliz. Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo. Solo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino. La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan. Porque solo ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han tocado sus vidas. No puedes ir feliz por la vida hasta que dejes ir tus fracasos pasados y los dolores de tu corazón. Madre Teresa de Calcuta.

2 comentarios:

The Raven dijo...

"Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo" gracias por citar dentro del texto a mi autor favorito. Es un placer hacer una pausa en el día y mate de por medio leer este blog. Es increhible como una simple palabra puede cambiar a una persona. Besos, éxitos y toda mi luz para vos!!!

Anónimo dijo...

Nunca es un desperdicio amar a alguien. Si lo sentimos sinceramente no hay por qué avergonzarse de eso y siempre aprendermos algo de todo lo que podemos dar y sentir por otros.

Un abrazo! =)